Sabemos que muchos problemas de los pies adultos tienen su origen en la infancia. Usar un calzado infantil adecuado es muy importante ya que influye en el correcto desarrollo del pie.
En la Universidad Miguel Hernández de Elche se ha llevado a cabo un estudio realizado por el podólogo Roberto Pascual y avalado y divulgado por el Consejo General de Colegios de Podólogos, donde se revela que existe una alta incidencia de niños que acuden al centro escolar con calzado específico para una actividad deportiva (principalmente fútbol).
De los 600 niños que se analizaron (entre 3 y 12 años), un 62% de los escolares, casi todos niños, acudieron al colegio con un calzado específico para fútbol sala o césped artificial con las características propias de este tipo de calzado (horma estrecha, suela fina, multitacos, material artificial).
Los niños intentan imitar a sus ídolos futbolísticos y esto ha llevado a que en los últimos tiempos se ha desatado la moda de utilizar las botas de fútbol a todas horas. El Congreso Nacional de Podólogos advierte de los riesgos que tiene este tipo de calzado. Abusar de las botas de fútbol causa malformaciones en el pie, ya que obligan a llevar los dedos muy comprimidos, generan traumatismos, una excesiva sudoración con el riesgo de aparición de bacterias y hongos, y moratones en las uñas. Este tipo de calzado debe utilizarse únicamente para la práctica del fútbol, pero no para llevarlo puesto durante varias horas a lo largo del día o incluso para practicar otros deportes.
Como padres, tenemos en nuestras manos la posibilidad de proporcionar a los niños lo mejor teniendo en cuenta que es lo que les va a repercutir en la edad adulta.
Os damos una serie de recomendaciones, avaladas por podólogos, que debemos seguir a la hora de elegir el calzado para nuestros hijos.
Los zapatos deben tener horma recta. Si no la tienen, podemos crear deformidades en el pie.
El contrafuerte ha de ser rígido. Para que el talón se mantenga firme, nos interesa comprar unos zapatos cuya parte posterior del talón no sea fácil de deformar.
El dorso del pie bien sujeto. Debemos evitar que el pie se mueva en exceso hacia adelante y atrás o hacia los laterales, el pie debe quedar correctamente sujeto. Por eso es importante contar con calzado que use velcro o cordones. Es por ello que para una buena biomecánica, calzado infantil como mocasines o bailarinas, no es de lo más adecuado.
Las punteras tienen que ser amplias. Una puntera amplia, sin ejercer una presión excesiva, permitirá que los dedos puedan moverse con cierta libertad.
Suela indeformable, pero de goma flexible. Si la suela no es indeformable y se dobla con facilidad permitirá que los vicios del pie se mantengan o aumenten.
Calzado de piel. Intentemos evitar materiales sintéticos ya que la mayoría de este tipo de calzado ofrece poca transpirabilidad.
Probar siempre el calzado en el pie. Si tenéis posibilidad, que os asesore una persona con experiencia.
Zapatos que les den autonomía, fáciles de poner y quitar por ellos mismos.
Revisar los zapatos de los niños periódicamente para cerciorarnos que no les queden pequeños.
Zapatillas de deporte sí, pero SOLO para hacer deporte. Su transpirabilidad es muy baja ya que, suelen estar fabricadas con un material interior que se llama poliamida. Con este tipo de zapato infantil, el nivel de sudoración aumenta, esto trae consigo problemas de aireación y puede provocar la aparición de hongos en la piel de los pies.
Aunque no debemos olvidar que hoy en día podemos encontrar zapatillas de deporte que son de piel tanto en el exterior como en el interior. Por eso lo mejor es acudir a una zapatería especializada en calzado infantil ya que te podrán ofrecer y aconsejar lo mejor para cada ocasión.
Esperamos que esta entrada os haya sido de utilidad y haya aclarado vuestras dudas.
Os esperamos en QUA QUA tienda especializada en calzado infantil desde 1995. Estamos en Avda de las Provincias, 26 FUENLABRADA.